Insomnio

Dormir, qué era eso?

De un tiempo a esta parte no puedo dormir. No concilio el sueño, no importa si dormí o no siesta, no puedo a la noche lograr dormir más de tres horas. Siento que me voy a desintegrar durante el día porque el cansancio que cargo es monumental, pero a la noche no puedo dormir.

Me pasa hace un tiempo. 

Las pastillas me atontan, el té no me da resultado. 

Apago la luz y doy vueltas en la cama.

Me levanto, prendo un cigarrillo, escribo.

Vuelvo a acostarme y me tironean del pie, monstruos salidos de los cuentos de Blake, entidades de las novelas de King. No tengo mi propio Pascow solo porque acá no hay cementerios indígenas y tampoco soy médica, pero en cualquier momento acabaré inventándome un amigo con la cabeza destrozada de seguir así.

Aunque no quiera pienso en las cuentas, lo que falta hacer, el trabajo que viene, el que perdí, lo intercalo con listas de útiles y mercadería para mi casa, vuelvo a intentar dormir y no puedo.

Me levanto, prendo un pucho, la computadora y escribo. 

Comentarios

  1. Bueno, te vengo ganando porque duermo 4, pero entiendo que es normal que por mi edad necesite un poco más que vos. El té jamás me hizo otra cosa que darme ganas de mear en la madrugada, las pastillas no sirven. El pucho acompaña las largas noches solitarias cuando todos duermen menos una, que mañana se lamenta cuando suena el maldito. Y tenés que rendir y demostrar que te interesa cuando en la cabeza tenés solamente la noche que se viene, qué monstruos te van a atormentar, qué ideas locas irás a derramar sobre un teclado que está harto de trabajar horas extras.

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