De los que quieren empujarte a la indiferencia

Hoy es 19 de diciembre.

Hace 16 años vivíamos uno de los días más tristes de nuestra historia. Compañeros muertos por las balas de la policía, como el Pocho Lepratti, saqueos en las grandes ciudades, represión desmedida. 

Un presidente alienado, alejado  completamente de la realidad. 

Todo el rumor que venía creciendo como una bullita pequeña, se hizo ola y arrasó. Arrasó en las grandes ciudades, con el ruido de cacerolas que se hacía ensordecedor, arrasó en las puertas de los bancos con miles de ciudadanos pidiendo por sus ahorros. Yo siempre sentí que la clase media salió porque le tocaron la plata. No salieron por los miles de chicos desnutridos, no salieron por la pobreza extrema y el desempleo, salieron porque les tocaron el bolsillo. 

"QUE SE VAYAN TODOS!" era el grito generalizado. La gente con total espontaneidad y sin responder a ningún partido u organización se agolpaba en las esquinas y marchaba a Plaza de Mayo. 

Sentada frente al televisor yo veía todo con mis 16 años, veía llorar a mi mamá y sin entender le decía "pero ¿por qué lloras vieja, si estamos lejos de la ciudad?, acá eso no va a pasar", y ella me miraba, entre irritada y triste, y yo no la entendía. Qué la iba a entender si nunca me faltó nada. Años después lo hice, 16 años después más precisamente, era yo la que sentada en la cocina de mi casa, con mis hijos dormidos, estaba llorando como ella aquél día. Quisiera que ella supiera que por fin entendí.

Hoy nuevamente aparece el "que se vayan todos". Esta vez viene como línea que instala el conocido troll center gubernamental. Podes leerlos en redes sociales influenciando a gente que no se pone a analizar más allá, que no está acostumbrada a desmenuzar ningún tipo de información. "SON TODOS IGUALES, QUE SE VAYAN TODOS, NOS MINTIERON", son la minoría aún y actúan a la par de los trolls oficialistas, pero van generando opinión. Y NO SEÑORES. No es lo mismo ni es igual. Los medios, los viles medios, también colaboran en esta línea nefasta. 

Ese "son todos iguales" te lo quieren meter en la cabeza para que dejes de pelear por tus derechos, ese "son todos iguales" es parte del objetivo de este gobierno, que son la antipolítica y te quieren decir que la política (y perdonen mi redundancia) es sucia, te quieren hacer creer que no vale la pena involucrarse. Yo me acuerdo perfectamente cuando en diciembre de 2015 decían que venían a desideologizar, y eso quieren. 

En ese 2001 muchos de los que hoy leen esto, ni siquiera habían nacido, pero otros veíamos a la política como algo propio de señores mayores, trajeados y aburridos. Yo estaba acostumbrada a ver y acompañar a mis padres, a ver sus poderes de fiscales generales, a estar en los escrutinios, desde chica, y debo ser honesta, me aburría inmensamente, no me llamaba la atención. Pleno menemato, ni siquiera se nos cruzaba por la cabeza la idea de reuniones de militancia de jóvenes. El diciembre de 2001 nos sumió en el abismo, y nos mostró que el pueblo se había hartado. 

El 2003 con la llegada de Nestor nos mostró que sí se podía mirar, pensar, y vivir la política como herramienta de cambio y eso es lo que hoy estos gobernantes quieren eliminar. 

Se multiplican por doquier las hordas de trolls acusando de militar por plata a compañeros que han tenido metidas las patas en el barro cuando nadie más se involucraba. Se inundan las redes con esas hordas atacando la militancia de hombres como Carlos Zaninni o Amado Boudou porque le tocaron la fibra sensible al poder (su bolsillo). Y si bien no todo está en las redes, reconozcamos su poder y el de los medios de "incomunicación" de una buena vez porque son los que instalan el temario que vas a charlar con tus compañeros de laburo o con tus suegros. 

La persecución  se ha vuelto constante y no viene solo con el encarcelamiento de opositores y su persecución mediática y judicial sin pruebas, también viene con la estigmatización del militante y la militancia en sí. "Le despertaron a la sociedad el enano fascista y ahora hay que darle de comer", como dice el diputado de Unidad Ciudadana Leopoldo Moreau. Y tiene razón. 

Así las cosas nos cruzamos con muchos de nuestros vecinos, amigos, familiares, que nos dicen como justificándose que "los otros se robaron todo, y estos son iguales", Y NO. NO. 

No nos dejemos primerear con esas falacias, no nos dejemos desanimar. Es fácil el bajón, si lo sabremos. Pero nosotros no somos así, nosotros seguimos creyendo, porque sabemos que OTRA HISTORIA ES POSIBLE, porque a pesar de los errores cometidos, vivimos 12 años donde vimos que se dignificó a los argentinos, que se dio voz y se visibilizó a los invisibles. ¿Nos faltó? Claro que sí, nos faltó mucho. Pero defendamos eso, Defendamos lo conquistado, sigamos estudiando, sigamos preparándonos, sigamos militando, sigamos hablando, sigamos haciendo política, sigamos el consejo de nuestro referente más importante, que alguna vez dijo "A los jóvenes les digo que sean transgresores, opinen, la juventud tiene que ser un punto de inflexión del nuevo tiempo".

Sé que hace dos años nos vienen pegando abajo, con toda la fuerza y nos dejan sin aire. Tenemos compañeros presos. Tenemos que pasarle a compañeros nuestros DNI si salimos a marchar y los números de CORREPI circulan por nuestros whatsapp. Nos persiguen, nos agobian. Ya no hay medios de comunicación críticos salvo dos o tres. Los principales periodistas abiertamente opositores han sido desvinculados y podemos verlos solo por internet o leerlos en sus sitios web, ya no tienen la difusión de antes. 

También en estos dos años nos vinculamos mucho más. Nos refugiamos en los abrazos compañeros.

Ante todo esto, pues, la seguimos peleando o nos tiramos a llorar? Ustedes tienen la respuesta compañeros y compañeras. Y estoy segura que esa respuesta es un atronador "VAMOS A VOLVER, VAMOS A PELEAR, VAMOS A LUCHAR, PORQUE NO NOS HAN VENCIDO"

A mis queridos compañeros y compañeras de Mano de Obra K que me enseñaron que todo aporte siempre significa un montón, y a los demás militantes, mi admiración y cariño. Para siempre.