Y vos, ¿cuándo empezaste a involucrarte?

Hace algunos años muchos veníamos de la desilusión en la política. La militancia no atraía, nos invadía el descreimiento. Veníamos de los 90 y de la explosión del 2001.

En ese momento miraba a Néstor con cariño y curiosidad. Ese acto en la ESMA me tocó el alma, me conmovió hasta lo más profundo. Me parecía un tipo bravo, uno de esos políticos que respondía a mi ideal. Descontracturado. Cercano al pueblo. Se movía con naturalidad y no era forzada, no era pose. Y estaba ella, Cristina. La había visto en sus intervenciones en el Congreso, "altiva y soberbia cual diosa pagana", como en la vieja canción "Ilusión azul". 

Ella tenía otro nivel. Una retórica descomunal que yo admiraba, me proyectaba y pensaba que quería hablar así, con ese conocimiento y esa seguridad. Se la veía corajuda. Segura. Bien plantada. Los hombres ante semejante despliegue de inteligencia, personalidad y belleza, se sienten empequeñecer. Y tienen razón. Muchos no le llegan ni al talón. Molesta la mujer que no baja la cabeza. Molesta, irrita la mujer que argumenta. Se la veía sensible y frágil cuando miraba a Nestor. Y cuando él la miraba la iluminaba. Una pareja singular. Sin dudas. Comunión de almas y de ideas.

Así las cosas yo sólo me limitaba a observar pero no opinaba. Estaba muy comoda en mi nube de indiferencia. No me molestaba, no me involucraba y veía "la realidad" a través de TN. Si no hubiera leído más, si no hubiera abierto los ojos y los oídos, ¿todavía seguiría en ese limbo?. Me lo pregunto todavía. Hoy sin vergüenza puedo hablar de esa época en mi vida. Época gris.

Córdoba, año 2008, el conflicto por la resolución 125 invadía las tapas de diarios y revistas, y los editoriales de los programas políticos que veía por una costumbre que había desarrollado con mi viejo. Susceptible a eso quizás me comí el verso de que venían por los pequeños productores rurales, como nos lo comimos varios. Me llamaba la atención la Federación Agraria marchando junto a la Rural y me decía a mí misma que seguramente esto era para beneficiar a unos en desmedro de otros. Fui inocente. No me avergüenza, nuevamente, admitirlo.

Y llegaron los cortes de ruta y hasta una muerte como consecuencia de eso. Y vinieron los escraches a diputados oficialistas como Rossi. Y vino el desabastecimiento y la leche derramada en las rutas y ¿qué carajo les pasa, por qué hacían eso?. Y ahí empecé a mirar de reojo esta protesta y a sentirme que no coincidía con estos sojeros que no querían resignar una parte de lo suyo para beneficiar al conjunto. Y me jodió. Me jodió porque no eran los campesinos del MOCASE reclamando por sus tierras (cosa que yo apoyaba y apoyo), sino que eran dueños de fortunas que encima de hacer mierda la tierra y no emplear prácticamente a nadie, no querían poner un ínfimo porcentaje de esas ganancias.

Y empecé a mirar otros programas y a escuchar otras voces. Y llegó el "no positivo" de Cobos que para mí fue doloroso. Recuerden que yo era una persona que estaba en ese momento despertando. Miren lo que me habrá impactado para que hasta el día de hoy lo recuerde con asombrosa nitidez. Lo viví como una traición personal al proyecto que lo había llevado a la vicepresidencia de la Nación acompañando a Cristina. Me dolió, me ofendió profundamente. "Si no estás de acuerdo con el proyecto de país que ella encabeza deberías irte", pensaba.

También me empezó a incomodar en ese entonces el tono que usaban Lanata y otros periodistas para referirse a Cristina. Me empezó a molestar profundamente escuchar cada vez más seguido que la AUH hacía que se embarazaran para cobrar. Y me empecé a rebelar. Empecé a hablar. Y ahí vino la muerte de Néstor.

Este acontecimiento creo que nos abrió los ojos de golpe a varios que veníamos impasibles, indiferentes, callados, cómodos. Esa muerte me dolió al punto de sacarme lágrimas de la nada durante sucesivas ocasiones. Ver esas colas interminables de compañeros y compañeras esperando para despedir al hombre que les devolvió la esperanza en la política como herramienta de cambio, fue fuertísimo. Me sentí muy mal, pensé porqué no había militado antes, porqué no abrí la boca antes. Sentí que esta mujer que era Presidenta quedaba sola. Sentí que quedaba sin el compañero pero con nosotros. Sentí que era mi obligación como mujer, como ciudadana, como peronista por crianza y convicción, salir a ponerle el cuero y la jeta al modelo que NOS (y ya me incluía) devolvió las ganas de cambiar la realidad, y nos dio orgullo defender.

Ese fue el momento en que cambió todo y la existencia pasó de gris a ser plena de colores. Conocí a muchos compañeros y compañeras que son mis amigos, mis hermanos en este camino. Ya no tengo relación practicamente con nadie de los que frecuentaba en esos años. Según ellos cambié. Yo no le llamo así. Yo digo que desperté y la puta, está buenísimo. No quiero volver a dormir nunca más.

Comentarios

  1. A veces por uno cuando esta en la edad "del pavo" (mal llamado porque es una edad de puro crecimiento) prefiere no involucrarse, prefiere mirar para otro lado. Y no se da cuenta de lo importante que es ser parte de...

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  2. Quiero leer más! Muy buen relato

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  3. Hola Male.
    Excelente texto.
    En pocas líneas me hiciste recordar lo que yo también viví.
    Abrazo compañera.

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  4. Excelente!! Se nota que sale de tu corazón!! Espero el próximo!!

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